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EL PÁNICO DE 1819
by MURRAY N. ROTHBARD, OLIVER SERRANO GIL (Editor), MARÍA MARTIN FERNANDEZ (Translator)
MURRAY N. ROTHBARD
EL PÁNICO DE 1819
by MURRAY N. ROTHBARD, OLIVER SERRANO GIL (Editor), MARÍA MARTIN FERNANDEZ (Translator)
MURRAY N. ROTHBARD
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Overview
Aunque desconocido en la mayor�a de los libros de historia, el p�nico de 1819 fue una pesadilla inolvidable para los primeros estadounidenses. Bancos de todo el pa�s fueron incapaces de responder adecuadamente a las pretensiones de especie de sus clientes y se vieron forzados a cerrar sus puertas. Los acreedores ejecutaron hipotecas de granjeros, residentes en ciudades y especuladores que hab�an comprando terreno p�blico barato altamente endeudados. Salarios y precios cayeron de golpe. Los tipos de inter�s aumentaron y la gente se quejaba de la �escasez de dinero�. La principal pregunta en las mentes de los l�deres estadounidenses y los periodistas influyentes fue ��Por qu� se ha acabado el boom?�
The Panic of 1819, la incisiva y extremadamente bien escrita tesis de Murray Rothbard en la Universidad de Columbia, ofrece una respuesta y una fascinante historia de la �poca.
El p�nico y la depresi�n fueron consecuencia de una enorme inflaci�n monetaria. Despu�s de la Guerra de 1812, la econom�a floreci� al emitir los bancos del estado poco controlados billetes redimibles m�s all� del metal almacenado. La cantidad de dinero se multiplic� r�pidamente. S�lo en 1815, lo billetes de banco aumentaron de 46 a 68 millones de d�lares.
Aunque la depresi�n de 1819-1821 fue de duraci�n relativamente corta, Rothbard muestra c�mo el p�nico sirvi� como un importante campo de entrenamiento para futuros l�deres estadounidenses. Por ejemplo, fue durante este periodo cuando el General Andrew Jackson empez� a sospechar mucho de los bancos. Hay pocas dudas de que la vehemente oposici�n de Jackson al Second Bank of the United States deriv� de esta experiencia. Otras figuras contempor�neas importantes, como Martin van Buren, William Henry Harrison y Davy Crockett (que calific� al sistema bancario de �estafa�) tambi�n ganaron importancia en este momento como consecuencia de su oposici�n a este tipo de banca [wildcat banking].
Una de las partes m�s interesantes de la narraci�n de Rothbard presenta las opiniones de los padres fundadores que vivieron el P�nico de 1819. A Thomas Jefferson se le califica del �m�s acabado oponente del cr�dito bancario�, a favor de �la supresi�n eterna del billete de banco�. Jefferson cre�a que s�lo deber�a permitirse circular a los metales. El yerno de Jefferson, el Gobernador Thomas Randolph, apoyaba un patr�n met�lico al 100%. James Madison consideraba a los bancos instituciones �da�inas�. Y John Adams, cuyas opiniones sobre los bancos eran pr�cticamente id�nticas a las de Jefferson, consideraba al papel moneda sin respaldo met�lico un �robo�. Aunque tanto esas opiniones como el patr�n met�lico al 100% sean considerados como repugnantes y tab� para la mayor�a de los economistas actuales, es interesante y significativo que esas opiniones fueran generalizadas en los padres fundadores.
Otro aspecto fascinante de la investigaci�n de Rothbard es el enconado debate entre los inflacionistas y los defensores del dinero fuerte durante la depresi�n. Algunas figuras p�blicas hablaron a favor de proyectos de obras p�blicas y ayudas a los pobres. Algunos estados promulgaron normativa para evitar que los acreedores embargaran a los deudores (leyes de aplazamiento y leyes de evaluaci�n m�nima). Otros echaron la culpa de la depresi�n a la contracci�n de la oferta monetaria y dictaron leyes para �cebar la bomba� en un esfuerzo por reducir los tipos de inter�s y estimular los negocios. A nivel nacional, se hicieron esfuerzos vanos por emitir moneda sin soporte en oro o plata. Finalmente, algunos echaron la culpa de la depresi�n a las importaciones y pretendieron un alto arancel proteccionista.
The Panic of 1819, la incisiva y extremadamente bien escrita tesis de Murray Rothbard en la Universidad de Columbia, ofrece una respuesta y una fascinante historia de la �poca.
El p�nico y la depresi�n fueron consecuencia de una enorme inflaci�n monetaria. Despu�s de la Guerra de 1812, la econom�a floreci� al emitir los bancos del estado poco controlados billetes redimibles m�s all� del metal almacenado. La cantidad de dinero se multiplic� r�pidamente. S�lo en 1815, lo billetes de banco aumentaron de 46 a 68 millones de d�lares.
Aunque la depresi�n de 1819-1821 fue de duraci�n relativamente corta, Rothbard muestra c�mo el p�nico sirvi� como un importante campo de entrenamiento para futuros l�deres estadounidenses. Por ejemplo, fue durante este periodo cuando el General Andrew Jackson empez� a sospechar mucho de los bancos. Hay pocas dudas de que la vehemente oposici�n de Jackson al Second Bank of the United States deriv� de esta experiencia. Otras figuras contempor�neas importantes, como Martin van Buren, William Henry Harrison y Davy Crockett (que calific� al sistema bancario de �estafa�) tambi�n ganaron importancia en este momento como consecuencia de su oposici�n a este tipo de banca [wildcat banking].
Una de las partes m�s interesantes de la narraci�n de Rothbard presenta las opiniones de los padres fundadores que vivieron el P�nico de 1819. A Thomas Jefferson se le califica del �m�s acabado oponente del cr�dito bancario�, a favor de �la supresi�n eterna del billete de banco�. Jefferson cre�a que s�lo deber�a permitirse circular a los metales. El yerno de Jefferson, el Gobernador Thomas Randolph, apoyaba un patr�n met�lico al 100%. James Madison consideraba a los bancos instituciones �da�inas�. Y John Adams, cuyas opiniones sobre los bancos eran pr�cticamente id�nticas a las de Jefferson, consideraba al papel moneda sin respaldo met�lico un �robo�. Aunque tanto esas opiniones como el patr�n met�lico al 100% sean considerados como repugnantes y tab� para la mayor�a de los economistas actuales, es interesante y significativo que esas opiniones fueran generalizadas en los padres fundadores.
Otro aspecto fascinante de la investigaci�n de Rothbard es el enconado debate entre los inflacionistas y los defensores del dinero fuerte durante la depresi�n. Algunas figuras p�blicas hablaron a favor de proyectos de obras p�blicas y ayudas a los pobres. Algunos estados promulgaron normativa para evitar que los acreedores embargaran a los deudores (leyes de aplazamiento y leyes de evaluaci�n m�nima). Otros echaron la culpa de la depresi�n a la contracci�n de la oferta monetaria y dictaron leyes para �cebar la bomba� en un esfuerzo por reducir los tipos de inter�s y estimular los negocios. A nivel nacional, se hicieron esfuerzos vanos por emitir moneda sin soporte en oro o plata. Finalmente, algunos echaron la culpa de la depresi�n a las importaciones y pretendieron un alto arancel proteccionista.
Product Details
BN ID: | 2940149992553 |
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Publisher: | EDITORIAL INNISFREE |
Publication date: | 12/01/2014 |
Sold by: | Barnes & Noble |
Format: | eBook |
File size: | 270 KB |
Language: | Spanish |
From the B&N Reads Blog
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