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Overview
Por primera vez, Irma Martínez, reconocida como una de las mujeres latinas más influyentes en Estados Unidos, nos cuenta su trayectoria de más de veinte años. A través de anécdotas, casos de estudio con más de un centenar de celebridades y producciones internacionales, lograremos entender la realidad de esta profesión. Los testimonios de figuras de gran renombre en la industria del entretenimiento le otorgan impacto y credibilidad en el público al que va dirigido este libro.
El diálogo ameno que Irma Martínez entabla con el lector, en un lenguaje didáctico y muy práctico, así como la potente imagen visual a lo largo de cada página, hacen de este libro una fuente de inspiración, no solo para estilistas sino para el público en general, amantes de la moda y el estilo.
Product Details
| ISBN-13: | 9781504969239 |
|---|---|
| Publisher: | AuthorHouse |
| Publication date: | 03/29/2016 |
| Pages: | 194 |
| Product dimensions: | 8.50(w) x 11.00(h) x 0.53(d) |
| Language: | Spanish |
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El Manual Del Estilista
By Irma Martínez
AuthorHouse
Copyright © 2016 Irma MartinezAll rights reserved.
ISBN: 978-1-5049-6923-9
CHAPTER 1
LOS BÁSICOS DE LA PROFESIÓN
1. TALENTO VS. FORMACIÓN
Una cosa es tener talento y otra muy diferente es estar preparado formalmente, y para ser estilista es necesario tener los dos. Cuando comencé mi profesión, el estilismo no era una carrera y la única preparación necesaria era la experiencia que se iba acumulando día a día. Hoy en día, en cambio, hay universidades y programas que se enfocan en la carrera de estilismo y, con una industria cada vez más grande, influyente y competitiva, pienso que es la mejor forma de incursionarse en esta profesión. No obstante, no es lo único que se necesita: como en toda carrera, la educación es fundamental, pero el verdadero estilista se hace trabajando.
En un programa educacional puedes aprender una base sólida pero el estilismo no es una carrera de libros, es una carrera de práctica. Por esta misma razón siempre aconsejo a toda persona que esté estudiando que acompañe sus estudios con prácticas tipo pasantía o "internship" o asistiendo a otros estilistas ya establecidos para meterse en la vida de un estilista y entender la dinámica de esta profesión.
He visto la evolución de los asistentes que pasan por nuestro programa de pasantía o "interns"que hemos creado para ellos en mi empresa. Al principio, llenos de ganas y expectativa pero sin experiencia, no son capaces de tomar decisiones ni de manejar situaciones difíciles, ni de presión, pero al finalizar su período, en la mayoría de los casos, los puedo llevar a una producción y se defienden por sí solos. Hay temas que definitivamente no te enseñan en una clase y que sólo se aprendes en la práctica, como son las emergencias que ocurren todos los días, cómo cuidar prendas costosas que te han prestado, el trato con celebridades, las negociaciones con clientes, cómo convencer a alguien que te preste prendas para tu cliente cuando no quieren, cómo manejar un cliente difícil, la forma de comportarse en una producción, cómo resolver problemas bajo mucha presión. Y podría seguir y seguir porque la lista es interminable.
Ciertas cualidades de tu personalidad son primordiales para ser un estilista con carrera, la chispa y el dinamismo tienen que formar parte del carácter, las decisiones que hay que tomar son inmediatas, a veces bajo un nivel de estrés elevado, no hay tiempo de dudar sino de actuar. En mis años de carrera me he dado cuenta que se confunde el saber vestirse, el conocer de marcas y diseñadores o el estar al tanto de las tendencias como lo primordial para obtener el éxito en esta carrera. Créeme que te equivocas si piensas así, por mucho estilo que tengas, si no eres una persona activa y dinámica esta carrera no es para ti.
En cuanto a talento, pienso que los estilistas somos también artistas. Es algo natural y un elemento esencial de nuestra personalidad. A veces se me ocurren ideas a última hora que hasta a mi misma me sorprenden. Es como un pintor cuando está creando sobre un lienzo y le da una pincelada que cambia todo el cuadro. Los estilistas somos así, hay días que amanecemos más creativos que otros y esa es la mejor muestra que este es un talento innato.
Hay ciertas características con las que una persona con estilo nace, características que no se pueden aprender, que son parte fundamental de su DNA: primero, el buen gusto y criterio para vestir, y segundo, la confianza y seguridad con que lo proyecta. Estas características son parte integral de las personas que saben vestirse o de los "fashion bloggers" que han desarrollado tanto seguimiento en las redes sociales. Para un estilista el buen gusto y la seguridad son parte de su esencia, pero además tiene que saber apreciar a las personas individualmente, debes saber escuchar y observar detalladamente y además debes saber combinar las prendas en su cuerpo según el evento o tipo de producción. Además, un estilista requiere otro tipo de talento más enfocado en las relaciones interpersonales porque un buen estilista debe ser amigable y hacer sentir al cliente a gusto para darles confianza en corto tiempo, factores que se van desarrollando y mejorando con el tiempo y la práctica.
Durante muchos años en esta profesión, he visto a estilistas que llegan tan rápido como se van pues confunden su pasión por la moda y su buen gusto con el trabajo de un estilista. El saber vestirse no es sinónimo de ser un buen estilista, este es un error que veo todos los días en mi trabajo; asesorar a otra persona para que se vista bien es totalmente diferente porque hay que responder siempre a la pregunta: ¿Cómo interpretas una visión y la adaptas a otro cuerpo, a otra personalidad que no es nada parecida a la tuya? Ese es el arte del estilista y el factor que nos diferencia totalmente de los expertos en moda y los fashion bloggers en el mercado, es nuestro don. Un buen estilista asesora a personas de cualquier edad, que tienen carreras totalmente diferentes, con todo tipo de cuerpos y personalidades. Un buen estilista se olvida de su estilo personal a la hora de asesorar a un cliente, y aprender a hacerlo, también es un arte, ¡que no tiene nada de abstracto ni de conceptual!
Un punto importante que pienso es parte fundamental y el estilista con sentido común lo reconoce es estar siempre bien vestido y arreglado. En mi trabajo he visto a estilistas que llegan mal arreglados a un set y no entiendo como pretenden darle seguridad a su cliente si no cuidan lo primordial de su esencia, su estilo.
CHAPTER 2DISCIPLINA, ENFOQUE, Y RESPONSABILIDAD: LAS TRES CLAVES
Hay tres claves para triunfar y consolidarse en esta profesión. Hago énfasis en consolidarse porque no sólo basta con darse a conocer y tener un proyecto exitoso, también hay que mantenerse y expandirse. Estas claves son:
Disciplina
Lo más difícil para un estilista, en cuanto disciplina se refiere, es tener un horario porque generalmente trabajamos de forma independiente y todos los proyectos son diferentes. Parte de mi éxito fue establecer mi propio horario y obligarme a cumplirlo de forma estricta. Comprometerte con un horario es la única manera para trabajar de forma organizada, y para ello hay que despertarse temprano y desarrollar el día de trabajo desde las primeras horas de la mañana. Aunque seas independiente, tienes que tomarlo como lo que es: un trabajo serio y profesional. He visto que muchas de las personas que no han tenido éxito en el estilismo no le han dado la seriedad que amerita y lo han tomado casi como un hobby. Acepto que es algo divertido y que puede apasionar a cualquier amante de la moda, pero ¿cómo conviertes un hobby en una profesión? La respuesta es muy sencilla: viéndolo con ojos de profesional y de empresario y, para ello, hay que levantarse temprano, hacer tus llamadas en la mañana y su seguimiento en las tardes, llegar a tiempo y preparado a las reuniones y producciones, y el día que no estés ocupado, debes empezar la investigación para el próximo proyecto y, por supuesto, hacer llamadas a tus clientes para recordarles que estas ahí para ellos y ponerte a su disposición.
Se que tener un horario es un tema difícil porque los estilistas dependen de cada producción, de cada artista, de cada cliente y tienes que adaptarte a las necesidades y expectativas de cada uno de ellos. Prácticamente, el cliente es el que determina tu horario. Entonces, parte de la disciplina es mantener tu agenda actualizada para organizarte de la mejor manera posible. Y si tienes unos días con menos trabajo que otros, debes aprovecharlos para organizarte, ponerte al día con tus recibos e investigar sobre las tendencias del momento para siempre estar a la vanguardia de la moda. Debes siempre tener un compromiso para mantenerte vigente y para ello te recomiendo ver todas las pasarelas, seguir a revistas, sitios web llameantes del street style, no solo los americanos sino también los hispanos, europeos y asiáticos, que siempre están ampliando los límites de la moda.
Hay que tener también la disciplina para buscar nuevos contactos y nuevos creadores y marcas que hagan tu trabajo más fácil. Personalmente, en este último caso, me enfoco en diseñadores emergentes que para mi son los más fáciles de reclutar, porque siempre tienen propuestas nuevas y frescas y están dispuestos a colaborar más pues necesitan la oportunidad de vestir a tus clientes, no importa si son o no grandes celebridades. Si encuentras a un diseñador que te gusta, hoy en día es muy fácil contactarlo, siempre comienzas mencionando quién eres, un poco de tu trayectoria, el proyecto en el que estás trabajando y el porque te gustaría desarrollar una colaboración, especificando alguna de sus piezas en especial que te haya gustado y terminas siempre mencionando las ventajas de participar en el proyecto.
Otro recurso importante en el trabajo de un estilista es la relación con las agencias de relaciones públicas enfocadas en moda. Este es un trabajo de tiempo y paciencia porque todas las agencias son diferentes y todas tienen reservas a la hora de participar en proyectos de colaboración con estilistas que están comenzando, entonces la consistencia e insistencia es crucial. Una muestra de la vocación empresarial de cualquier estilista es su habilidad de conseguir abrir puertas en las tiendas especializadas o "showrooms " o agencias que representan marcas reconocidas de moda.
Además, tener buenas relaciones con las tiendas es muy importante pues son las más asequibles y rápidas a la hora de tener una urgencia para sacar vestuario para una producción. Es una relación profesional como cualquier otra, la tienes que nutrir, respetar y cuidar. Sin ellos no podrás hacer tu trabajo.
Enfoque
Los estilistas trabajamos en varios proyectos a la vez y deben concentrarse para poder realizar varias tareas al mismo tiempo para darle el 100% a cada uno. Debes mantener las compras en orden, los pedidos deben estar organizados para no confundirlos y las devoluciones planificadas meticulosamente. Te aconsejo enfocar tu atención siempre en el presente y hacer la preparación y el cierre de cada proyecto por separado para que no se te mezclen. Aunque vayas de compras para tres proyectos en una misma tienda, enfócate en el momento de pago para que separes las cuentas de cada proyecto. Cuando estés pagando escribe en la parte de atrás de cada recibo el nombre del proyecto, así no te confundes a la hora de cerrarlo, además te ayuda a estar siempre pendiente de no pasarte del presupuesto que tienes aprobado para cada uno.
Cuando estás en la caja registradora devolviendo prendas, revisa detalladamente cada una, a veces son tantas las prendas que la persona que te está atendiendo puede cometer un error y la que lo paga después eres tu en tus costos. Me ha pasado que mando a uno de mis asistentes con 10 prendas para devolver a una tienda y cuando reviso el recibo sólo dieron crédito por 9. A la hora de volver a la tienda a reclamar, es casi imposible resolver el problema y la perdida de tiempo te costará cerrar el proyecto a tiempo.
Cuando estoy reunida con un cliente, siempre estoy enfocada en lo que el cliente quiere de mi y, al mismo tiempo, estoy creando en mi mente, visualizando el look y así empiezo a soltar ideas que tengo y armando al mismo tiempo el concepto. Empiezo a tomar notas y luego voy aterrizando las ideas. En este momento tienes que tener la mente bien nítida y clara para pensar en referencias que hayas investigado de antemano y así puedas sorprender a tu cliente con unas primeras aproximaciones en esa reunión. Pero advierto que esto solo te saldrá bien si estás enfocado. De lo contrario, puedes dejar una impresión de confusión, de estar enredado, o mucho peor, de no captar las necesidades del cliente y del proyecto, y esa es una impresión muy difícil de borrar después.
Cuando estás en un escenario o estudio fotográfico o de video, o lo que llamamos un "set" se requiere otro tipo de enfoque: tus ojos no se deben despegar del cliente ni del monitor. El cliente está completamente confiando en que estás analizando el más mínimo detalle de las prendas que están en cámara. Siempre tienes que estar pendiente de que las prendas y los accesorios registren en cámara de la misma manera que en persona, porque a veces en cámara cambian y esto puede alterar todo el efecto que habías creado. Tu cliente está confiando que estás cuidando su imagen y para eso tienes que estar pendiente de los detalles, de no distraerte hablando con el equipo que está en el set, de no irte al baño mientras el talento está en el set. Y además, siempre debes estar listo mentalmente para resolver cualquier emergencia durante una producción.
Responsabilidad
El estilista es responsable de todo lo relacionado al vestuario, no me refiero sólo a las prendas y accesorios, sino de que el talento luzca como estaba planificado y también es responsable de que el productor o la revista (el cliente) que le contrató quede contento con el trabajo. Este es un trabajo muy difícil donde se requiere la sensibilidad y la habilidad de un estilista para manejar diferentes personalidades e intereses durante una producción. Lo que la celebridad o el talento quiere no necesariamente es igual a lo que el productor o el editor está buscando. Siempre hay intereses y el estilista está en la mitad, haciendo de juez y parte en todo momento, punto en el que profundizaré más adelante. El estilista siempre debe sentirse responsable de que tanto el cliente como las otras personas relacionadas con el proyecto queden 100% satisfechos y, si eso se logra, su trabajo está completo, ¡misión cumplida! Eso significa nuevas oportunidades en el futuro con el mismo cliente.
Debes ser extremadamente responsable cuando sacas prendas de los showrooms y almacenes. No puedes abusar de su confianza. He conocido estilistas que dicen que la selección es para un shoot y lo usan para otro y eso termina siendo un desastre. Hay que respetar cuando le dices a un diseñador o un almacén que vas a usar un vestido para un talento específico. No puedes escoger ese vestido y ponérselo a otro cliente en otro proyecto sin que ellos sepan por qué, en últimas, ellos son los que deciden qué talento va bien con la imagen de su marca. Además, tienes que recoger tu selección el día que acordaron y devolverla también el día señalado y ser responsable de las prendas y/o accesorios mientras estén en tu poder, por tanto los talentos no deben fumar, beber o comer mientras estén vistiendo las prendas, también hay que estar pendiente de que las prendas no se dañen, que el vestido no se arrastre y que los zapatos estén protegidos para que no se dañen. Cuando están en tu propiedad, es tu posesión más valiosa y debes cuidarla como tal. Al tener una buena relación con el diseñador o almacén basada en el profesionalismo y la responsabilidad, seguramente confiará en ti cuando lo vuelvas a necesitar.
Debes siempre ser profesional y una persona organizada con tus cuentas y recibos, también con tus gastos y ganancias y estar siempre pendiente del balance. Y por último, la responsabilidad de un estilista también implica ser siempre honesto, por tanto no hay que jugar con la imagen de tu cliente, ni abusar de su confianza. Tu trabajo está basado en tu reputación y tienes que recordar que el mundo es muy pequeño, sobre todo esta industria, y seguramente el trabajo va a llegar si eres bueno en lo que haces porque se va a regar la voz, de lo contrario, si eres irresponsable, la noticia se va a regar de la misma forma, quizás aún más rápido y eso trae consecuencias fatales para cualquier carrera, tanto para los estilistas que empiezan como los que tienen más trayectoria. Ese decir, el dicho "cría fama y acuéstate a dormir", no funciona en esta profesión.
(Continues...)
Excerpted from El Manual Del Estilista by Irma Martínez. Copyright © 2016 Irma Martinez. Excerpted by permission of AuthorHouse.
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Table of Contents
Contents
INTRODUCCIÓN, ix,I. LOS BÁSICOS DE LA PROFESIÓN, 1,
1. TALENTO VS. FORMACIÓN, 1,
2. DISCIPLINA, ENFOQUE, Y RESPONSABILIDAD: LAS TRES CLAVES, 4,
3. CREAR UNA IMAGEN ÚNICA, 9,
4. CONOCE A TU CLIENTE, 12,
5. HAY QUE ADAPTARSE A UN PRESUPUESTO, 21,
6. INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN: INSPÍRATE Y EJECUTA, 29,
7. ESTE ES UN TRABAJO EN EQUIPO, 33,
8. EXPANDE TU NETWORK, 39,
9. EL KIT DE UN SÚPER ESTILISTA, 45,
10. ORGANÍZATE PARA TRABAJAR MEJOR Y MUCHO MÁS, 50,
II. EL LOOK DE LOS FAMOSOS, 57,
11. CÓMO IDENTIFICAR EL ADN DEL ARTISTA, 57,
12. TODO ENTRA POR LA MENTE: LA PSICOLOGÍA DEL ESTILISTA, 61,
13. El LOOK DE ACUERDO CON EL EVENTO Y LA COMPETENCIA, 80,
14. EVOLUCIÓN, Y DE VEZ EN CUANDO UNA REVOLUCIÓN, 85,
15. CERO RIESGOS: PRIVACIDAD Y CONFIDENCIALIDAD AL MÁXIMO, 94,
16. EL LOOK DETRÁS DE CAMARAS, 102,
III. ESTILISMO EN EDITORIALES, PRODUCCIONES DE TV Y COMERCIALES, 104,
17. LOS EDITORIALES: MUCHO MÁS QUE UNA SIMPLE FOTO, 104,
18. TV Y COMERCIALES: MENOS GLAMOUR PERO IGUAL DE IMPORTANTE, 115,
19. DOS TEMAS CLAVES BAJO CONTROL: CALENDARIO Y PRESUPUESTO, 129,
20. EN VIVO O GRABADO: ¿GRAN DIFERENCIA?, 136,
21. PREPÁRATE PARA LO INESPERADO, 137,
22. LAS MARCAS TAMBIÉN TIENEN UN LOOK, 142,
IV. ESTILISMO PARA CLIENTES PRIVADOS, 145,
23. EL ESTILISMO ATERRIZADO A LA VIDA COTIDIANA, 145,
24. EL LOOK: PARTE DEL BRANDING PERSONAL, 153,
25. CLAVES PARA ESTILO PERSONAL: PROFESIÓN, EDAD Y FIGURA, 155,
26. CLOSET FUNCIONAL, 160,
27. SHOPPING INTELIGENTE, 162,
28. SIEMPRE A LA MODA, 164,
EPÍLOGO, 167,