¡DÉ EL SALTO!: Cinco Claves para Superar las Barreras y Vivir una Vida Extraordinaria

¡DÉ EL SALTO!: Cinco Claves para Superar las Barreras y Vivir una Vida Extraordinaria

by Joel Osteen
¡DÉ EL SALTO!: Cinco Claves para Superar las Barreras y Vivir una Vida Extraordinaria

¡DÉ EL SALTO!: Cinco Claves para Superar las Barreras y Vivir una Vida Extraordinaria

by Joel Osteen

Paperback(Spanish-language Edition)

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Overview

Lleno de fe y la inspiración, BREAK OUT lectores desafíos a tener una nueva perspectiva, a no dejar que nada los detenga, y rechazar cualquier etiqueta que pueda limitarlos. Osteen inspira y anima con el mensaje de que nuestros granitos primero debe ocurrir dentro de nuestra propia mente: "Cuando se rompe aunque en su mente, creyendo que puede subir más alto y superar los obstáculos, entonces Dios va a desatar el poder dentro que le permitirá ir más allá de lo ordinario en la extraordinaria vida que fueron diseñados para vivir. "


Product Details

ISBN-13: 9780892969715
Publisher: FaithWords
Publication date: 10/01/2013
Edition description: Spanish-language Edition
Pages: 256
Product dimensions: 5.25(w) x 8.00(h) x 0.62(d)
Language: Spanish

About the Author

About The Author
JOEL OSTEEN es un autor de éxitos de ventas del New York Times y pastor principal de la Iglesia Lakewood en Houston, Texas. Millones se conectan diariamente con sus mensajes inspiradores a través de la televisión, podcasts, Joel Osteen Radio en Sirius XM y plataformas digitales globales. Para obtener más información, visita su sitio web en JoelOsteen.com.

Read an Excerpt

¡DÉ EL SALTO!

Cinco Claves para Superar las Barreras y Vivir una Vida Extraordinaria


By Joel Osteen

FaithWords

Copyright © 2013 Joel Osteen
All rights reserved.
ISBN: 978-0-89296-971-5



CHAPTER 1

Prepárese para un cambio


Estaba yo en una larga fila para montarme en una popular atracción en un parque de diversión con nuestros dos hijos, Jonathan y Alexandra, hace años. Al principio, todo el mundo estaba en una única fila, pero a medida que nos acercábamos a la atracción entramos en una pequeña habitación de unos seis metros cuadrados. Nosotros éramos los primeros que estábamos dentro, y caminamos hacia las puertas. Mientras estábamos allí tan emocionados, sabiendo que podríamos escoger los mejores asientos, otras personas comenzaron a agolparse a nuestras espaldas. Yo intenté educadamente mantener nuestras posiciones en la parte frontal, pero algunos adolescentes astutamente se las arreglaron para ponerse por delante de nosotros. Después unos cuantos más, y después más, y más.

Terminamos siendo desplazados hasta la parte trasera de la sala, precisamente por donde habíamos entrado en primer lugar. Intenté que aquello no me molestase. Después de todo, estábamos allí para divertirnos. Una joven ayudante salió y se situó delante de las puertas frontales. Saludó a todos y dijo que estábamos a punto de subirnos a la atracción. Nos dio instrucciones para continuar.

Entonces dijo: "Muy bien, estamos listos. Ahora, dense la vuelta y salgan por las mismas puertas por donde entraron". Eso era precisamente donde nosotros estábamos. De repente, ¡los últimos fueron los primeros!

Del mismo modo, lo único que Dios tiene que hacer es cambiar la dirección, y usted pasará de atrás hacia adelante. Un toque de su favor puede ponerle cincuenta años por delante de donde usted pensaba que estaría. Puede que tenga un puesto bajo en la oficina pero sigue usted adelante, haciendo lo mejor posible, honrando a Dios, y de repente las cosas pueden cambiar. Un buen avance, una idea, una persona a la que usted le caiga bien, y levanta su vista y se encuentra en un puesto elevado. Usted no lo vio venir. Las cosas sencillamente encajaron en su lugar.

¿Qué sucedió? Usted entró en un cambio. Dios puede hacer que la oportunidad se encuentre con usted. Él tiene bendiciones inesperadas, cuando usted de repente conoce a la persona correcta, o repentinamente su salud mejora, o de repente puede pagar por completo su casa. Eso es Dios que cambia las cosas a su favor. Lo que solía ser una batalla, ahora ya no lo es. Lo que debería haber tomado años, sucede en una fracción del tiempo. Puede que usted sienta que en este momento está atascado. Nunca pudo lograr un sueño, nunca pudo vencer un problema. Sencillamente ha pasado demasiado tiempo. Ha perdido usted demasiadas oportunidades. Pero Dios está diciendo: "Prepárate. Estoy a punto de cambiar las cosas". Se abrirán puertas para usted que no se abrieron en el pasado. Quienes estaban en contra de usted, de repente cambiarán de opinión y estarán a su favor. Problemas que le han abatido durante años de repente cambiarán. Usted está entrando a un cambio. Debido a que ha honrado a Dios, Él le pondrá en una posición que nunca podría haber obtenido por sí solo. No es simplemente su educación, no es su talento, ni la familia de donde procede. Es la mano de Dios que le está cambiando hacia un nuevo nivel de su destino.

A veces usted necesita que se declaren fe y victoria sobre su vida. Las palabras tienen poder creativo. Cuando las recibe en su espíritu, pueden engendrar semillas de aumento en el interior. Esa es la razón de que haya escrito este libro. Usted no fue creado simplemente para arreglárselas en una vida promedio, insatisfactoria e infructuosa. Dios le creó para dejar su marca en esta generación. Usted tiene dones y talentos con los que no ha conectado. Hay nuevos niveles de su destino que aún están delante de usted. Pero dar el salto comienza en su pensamiento. A medida que ponga en acción estas claves, creando espacio para el aumento, esperando cambios del favor de Dios, haciendo oraciones audaces y manteniendo la perspectiva correcta, entonces Dios liberará torrentes de su bondad que le lanzarán por encima de las barreras del pasado hacia la vida extraordinaria que usted fue creado para vivir.

No sólo estoy intentando hacerle sentir bien. Estoy declarando: "Llega un cambio". Un cambio en su salud. Un cambio en sus finanzas. Un cambio en una relación. Puede que no lo parezca en lo natural, pero servimos a un Dios sobrenatural. Él está a punto de soplar en dirección a usted de una manera nueva.

No volverá a ver a los enemigos que usted ha visto en el pasado. Las adicciones y malos hábitos que le retienen están siendo rotos. El favor de Dios está siendo liberado de una manera nueva, y le impulsará hacia adelante. Lo que debería haberle tomado cuarenta años para lograr, Dios lo hará en un segundo.

El cambio es aceleración. El cambio le llevará donde usted no podría haber ido por sí solo. El cambio está venciendo lo que un informe médico dijo que era imposible. El cambio está viendo a ese hijo apartado cambiar de opinión y regresar al curso correcto. El cambio está produciendo su mejor año cuando las circunstancias dicen que usted debería tener un mal año. El cambio es ver a Dios no sólo proveer, sino también hacerlo de manera abundante y rebosante.

Su nueva actitud debería ser: "Dios, estoy preparado. Quito las limitaciones de ti. Extiendo mi visión. Puede que yo no vea un camino, pero sé que tú tienes un camino. Declaro que estoy entrando en un cambio".

Necesita usted comprobar puertas que han estado cerradas en el pasado. Las cosas han cambiado. El sueño que usted tenía de comenzar un nuevo negocio, de regresar a la universidad, de hacer un viaje misionero; puede que no haya sucedido la primera vez, pero está bien. Está preparado para usted esta vez. No abandone. Este es un nuevo día. Las cosas han cambiado. Vuelva a perseguir su sueño.

Cuando Dios sopla en su dirección, personas cambian de opinión. Puertas cerradas se abren de repente. Los no se convierten en . El no ahora se convierte en este es su momento.

Un gerente de la construcción al que conozco se había quedado sin empleo durante tres años después de haber tenido veinticinco años de trabajo continuo. Había tenido un puesto muy bueno en una exitosa empresa, pero cuando llegó la recesión y la construcción se detuvo, su empresa tuvo que despedirle. Él fue a una entrevista de trabajo tras otra, mes tras mes, sin éxito alguno. Finalmente aceptó un puesto de nivel mucho más bajo en una pequeña ciudad, donde tenía que viajar dos horas cada día. Eso estaba afectando su salud, su matrimonio y sus ahorros. Parecía que su situación laboral nunca cambiaría; pero unos seis meses después, su anterior jefe le llamó y le dijo: "Oye, ¿estás preparado para regresar al trabajo?".

Su antigua empresa había conseguido el mayor contrato de su historia. Él no sólo recuperó su trabajo, sino también todos sus beneficios. Solía tener que viajar por todo el país. Ahora trabaja en la ciudad; además, le aumentaron su salario de manera significativa. Él dijo: "Esto es abundante y rebosante".

¿Qué sucedió? Él entró en un cambio. De repente, las cosas cambiaron a su favor. Una llamada telefónica. Un contrato. Un buen avance. Él pasó de apenas poder arreglarse a tener mucho más que suficiente.

Ahora usted necesita prepararse. Esos cambios están en su futuro.

Los israelitas fueron esclavos por muchos años, y eran maltratados por sus captores. Eran obligados a trabajar largas horas y no les daban el descanso ni la comida adecuados. Cuando ellos no cumplían con la cantidad de trabajo requerida, eran golpeados con varas. Era muy injusto; pero un día, mediante una serie de acontecimientos, Dios los liberó sobrenaturalmente. La Escritura dice que cuando ellos se iban, "Dios hizo que tuvieran favor con sus enemigos".

Notemos que Dios hizo que tuvieran favor. Las mismas personas que les habían oprimido durante años, los mismos enemigos que los habían aplastado y maltratado, de repente cambiaron de opinión. Dijeron, en realidad: "Hemos decidido que ustedes ahora nos caen bien. Queremos ser buenos con ustedes".

Antes de que se fueran, los captores dieron a los israelitas su oro, plata y joyas. ¿Qué sucedió? Los israelitas entraron en un cambio. Dios cambió la opinión de su enemigo. Proverbios dice que Dios puede cambiar el corazón de un rey. Puede que nosotros no seamos capaces de cambiar la opinión de las personas, pero Dios puede hacerlo. Él controla todo el universo.

Puede que tenga personas así en su vida, alguien a quien usted no cae bien, un jefe con el que es difícil llevarse bien o un familiar que es irrespetuoso. Es fácil llegar a desalentarse y pensar: "Esto siempre será de este modo. Siempre estarán contra mí".

No, permanezca en fe. Dios tiene un cambio que va a llegar. Dios sabe cómo hacer que usted les caiga bien. Dios puede hacer que esas personas le vean bajo una nueva luz. Puede que hayan estado en su contra año tras año, pero cuando Dios cambie las cosas, ellos se esforzarán por hacerle bien. En lugar de obstaculizarle, le ayudarán.

Lo fundamental: Dios no permitirá que ninguna persona evite que usted llegue a su destino. Puede que ellos sean más grandes, más fuertes o más poderosos, pero Dios sabe cómo cambiar las cosas, darles la vuelta, y hacer que usted esté donde debe estar.

Tengo un amigo que trabajaba para alguien que nunca le cayó bien. A nadie en la empresa le gustaba ese joven supervisor, que era condescendiente y una fuente de frustración año tras año. Al principio, parecía que ese joven podría estar supervisando en aquella empresa durante otros veinte o treinta años. Mi amigo tiene una buena actitud, pero en su interior pensaba: "Soportar a este hombre durante mucho tiempo será un verdadero dolor. No sé si puedo aguantarlo".

Entonces, una mañana llegó al trabajo, y la gerencia convocó una reunión de personal. Les explicaron que la esposa de aquel joven supervisor había sido trasladada a otro estado debido a su trabajo. El supervisor impopular había renunciado aquella mañana.

¡La mitad del personal se puso de rodillas y ofreció una oración de gratitud a Dios! ¿Qué sucedió? Un cambio divino. De repente, Dios cambió las cosas.

Deje de preocuparse por aquellos que intentan retenerle. Dios sabe cómo sacar de su vida a las personas incorrectas y hacer entrar a las personas correctas. Y si incluso Dios no les hace salir, dice en Salmos que usted puede "atravesar ejércitos y saltar muros".

Dios puede hacer que usted pase por encima de ellos, o los rodee, o incluso los atraviese, pero Dios le hará llegar donde debe usted estar. Lo cierto es que está usted a un cambio de ver realizarse un sueño. A un cambio de pagar por completo su casa. A un cambio de ver mejora en su salud. A un cambio de conocer a la persona correcta.

Dice en Isaías que este es el año de Dios para actuar. No el próximo año. No en cinco años. No en la eternidad. Este es el año en que Dios cambiará las cosas a su favor. Él está alineando todo. Lo que usted no podría hacer que sucediera por sí mismo, Dios hará que lo logre. Será mayor de lo que usted pensaba. Sucederá más rápidamente de lo que imaginaba, y será más satisfactorio de lo que nunca pensó que fuera posible.

En Génesis 48 está una historia de Jacob cuando era un hombre viejo y muy cercano a la muerte. Su hijo José llegó a visitarle para despedirse. Él y su padre estaban muy unidos. José era el hijo favorito de Jacob. Él era el hijo más joven. Puede que le recuerde como el niño a quien Jacob regaló la túnica de muchos colores.

En cierto momento, Jacob creyó que José estaba muerto. El padre estaba muy triste hasta que descubrió que José estaba vivo y vivía en Egipto. Volvieron a reunirse precisamente cuando Jacob estaba a punto de fallecer. José estaba delante de él con sus dos hijos, Manasés y Efraín, nietos de Jacob.

Jacob dijo: "José, bendeciré a tus hijos como si fueran mis propios hijos".

La mano derecha en aquellos tiempos siempre daba la mayor bendición, que pertenecía al hijo primogénito. Esa era la tradición. Por tanto, José puso a su hijo mayor, Manasés, delante de la mano derecha de Jacob, y a su hijo menor, Efraín, delante de la izquierda.

Jacob estaba casi ciego. Cuando fue a dar la bendición, Jacob cruzó sus manos y puso la derecha sobre el hijo menor, Efraín, y la izquierda sobre el hijo mayor, Manasés.

José dijo: "No, papá. No puedes ver. Yo los puse correctamente. Puse a Manasés delante de tu mano derecha. Él lo merece. Dale la mayor bendición".

Entonces Jacob dijo algo muy interesante, que nos da perspectiva con respecto a nuestro Dios. Él dijo: "No, José. He cruzado mis manos a propósito. Efraín puede que haya llegado el segundo, puede que haya estado detrás, puede que no lo merezca. No estaba calificado para ello. No es el siguiente en la línea, pero yo le cambio a una nueva posición. Le llevo desde atrás hacia adelante. Le daré lo que no merece".

Así es nuestro Dios. Él tiene cambios en su futuro que le situarán en posiciones que usted no se ganó, para las que no estaba calificado, y que no estaba en la línea para recibirlas. Quizá usted no tenía la veteranía, pero Dios, al igual que hizo con Efraín, cruzará sus manos y dirá: "Yo te moveré desde atrás hacia delante, de no estar calificado a de repente estar calificado, de ser mirado con desprecio o falta de respeto a ser honrado y visto con influencia y credibilidad".

Cuando usted avanza, algunas personas se molestarán por ello. Pensarán: "Eso no es justo. Yo he trabajado más, tengo más veteranía". Pero el hecho es que sencillamente es la bondad de Dios. Él ha dicho que debido a que usted le ha honrado, Él le daría casas que usted no tuvo que construir, y cosecharía de viñas que usted no plantó.

Es Dios que cruza sus manos, dándole lo que le habría tomado años ganar. Dios le está diciendo lo que Jacob le dijo a Efraín: "Yo te bendeciré a propósito. Te haré avanzar. Aceleraré tus sueños. Te daré lo que no te merecías. Te cambiaré a una posición que nunca podrías haber logrado por ti mismo".

Todos podemos poner excusas: "Joel, esto no es para mí hoy. Yo no estoy calificado. He cometido demasiados errores. No tengo el talento, el tamaño, la personalidad, la confianza".

Dios dice: "Yo sé todo eso. Yo te creé, pero estoy a punto de cruzar mis manos y bendecirte de tal manera que todos sabrán que soy yo, y no tú". Ahora, no se convenza de lo contrario.

Moisés dijo: "Dios, yo no. Tartamudeo. No puedo hablar al faraón".

Dios dijo: "Moisés, no te preocupes por eso. Yo estoy cruzando mis manos. Te doy lo que necesitas".

Gedeón dijo: "Dios, provengo de la familia más pobre. Soy el último por aquí. No puedo dirigir a este ejército".

Dios dijo: "Gedeón, no te preocupes. Estoy cruzando mis manos. Estás entrando en un cambio. Yo te pasaré de detrás hacia adelante".

David podría haber dicho: "Dios, soy demasiado bajito, demasiado joven, demasiado inexperto. Hay todo un ejército de guerreros talentosos, exitosos y confiados que pueden hacer frente a Goliat".

Y Dios habría dicho: "David, yo sé eso. Podría haberles escogido a ellos, pero estoy cruzando mis manos. Te estoy moviendo desde detrás hacia la primera línea, desde el campo de las ovejas al campo de batalla, hasta llegar al trono".

Ester podría haber dicho: "Dios, no puedo entrar ahí y hablar al rey. Él no me escuchará. Yo soy huérfana. No tengo ninguna influencia".

Y Dios habría dicho: "Ester, no te preocupes, te tengo cubierta. Estoy cruzando mis manos. Yo te daré respeto, credibilidad, honor que no te merecías y por el que no trabajaste".

¡Llega un cambio! Sea cual sea el nivel donde usted esté ahora, Dios está a punto de cruzar sus manos y situarle en una posición que nunca podría haber alcanzado por usted mismo. Él le dará lo que usted no estaba en la línea para recibir.

¿Por qué no comienza a experimentar favor sin precedente, creyendo que Dios hará algo nuevo en su vida? Sé que puede decir, al igual que yo, que Dios ha sido bueno con usted. Tiene bendición, salud, y tiene una buena familia y un estupendo trabajo, y todo eso es perfecto. ¡Pero puedo decirle que aún no ha visto nada!

Dios tiene cambios en su futuro que si se los mostrara en este momento, usted no lo creería. Es abundante y rebosante. Usted cree que está marchando con todos los cilindros, pero ¡ojalá supiera lo que Dios tiene preparado! Es como si fuese usted en segunda marcha. Está realizando progreso. Tiene salud. Está avanzando. Pero Dios está a punto de hacerle pasar a tercera, hacerle pasar a cuarta, y llevarle hasta quinta. Usted verá la inmensa grandeza del favor de Dios.

Debido a que ha honrado a Dios y ha vivido con excelencia e integridad, Dios le llevará por encima de su formación, por encima de su educación, por encima de sus ingresos, por encima de donde cualquiera en su familia haya ido antes que usted. Este cambio le situará en un lugar donde mirará atrás y dirá: "Vaya, Dios. Me has sorprendido con tu bondad".


(Continues...)

Excerpted from ¡DÉ EL SALTO! by Joel Osteen. Copyright © 2013 Joel Osteen. Excerpted by permission of FaithWords.
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